... Y no te encuentro |
Te he buscado... ¡Escudriño
en la nacencia de los Dioses albos,
en las deidades que ornan el parnaso,
en las luces fugaces del olvido,
y en la duda oriflama que te aqueja!
Un silencio cadencioso ha respondido.
Es del serano proveniente de tus ojos,
que adormecidos gritan:
¡Vete! aprendiz y guarda tus arcanos.
Apaga ya, las notas de la tiorba
y deja mi tristeza; en el olvido.
Undívagos quedaron ya mis versos,
en las turbias aguas de la amnesia.
-tus lágrimas -
Que colgadas como notas sin sonido,
cubren la sedeña comisura,
entre la noche, mis ojos,
y la miel de tu hermosura.
© 2008, Autor: Guillermo Cano |
Hoy busco con afán tus ojos.
.Los que nunca he visto.
Hoy busco en el jardín: manojos
con tu aroma, y,. Persisto.
¡Persisto! en advertir tu piel de rosa,
sin claudicar en mi afán
por alcanzarte.
.Sin desistir, ante la duda inmensa,
-por los jirones sangrantes de mis venas-
si el vuelo púrpura de mariposa,
llevó tu voz, a perderse en el ocaso.
¡He tocado las puertas del silencio!
Al celaje, al universo; he preguntado:
si en el aura tu voz aún existe,
o fueron ecos de luces titilantes,
las que escuché en la noche,
en que expresaste:
¡Tengo dudas, y persisten!
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