La verdadera Navidad

¡Oh Navidad!
Tiempo de amor y felicidad,
que escondida tras su máscara comercial,
nos hace olvidar la realidad.

Que mueren niños más allá,
de hambre, soledad y enfermedad...
¿Qué nos podrá hacer recordar,
el verdadero significado de la navidad?

Murieron niños en Jerusalén,
y con las espadas de nuestra ambición hoy morirán también.
No necesitan nada que no podamos entregar,
pero con nuestro corazón no queremos mirar.

Y comeré y saciaré mi sed,
en nombre de los niños que mueren otra vez,
y abriré mis regalos y mi sonrisa esparciré,
bien lejos de las vidas que nunca conoceré.

¡Bravo Navidad!
A ti aplaudo con falsedad,
pues no dejes de mostrar,
aquellas vidas que jamás te conocerán.

Hoy cae la bella nieve, concediéndome bienestar,
preciosa con un hogar, en un ambiente familiar,
suculenta es la cena, que me hace a mí llorar,
no merece la pena, que se vuelva a celebrar.

Por que lejos de mí,
aunque no vea más allá de mi nariz,
un niño no podrá sonreír,
su corazón dejará de latir.

Regalamos y compramos por sentir felicidad,
y nunca enteremos que no es un regalo, no se puede comprar,
sólo si amamos podremos apreciar,
este hermoso día que siempre ha de perdurar.

Tal vez si entregamos nuestro corazón,
enseñemos a los nuestros a conferir amor,
a compartir o acoger una vida,
a mostrarles una salida,
a hacer un niño feliz,
y curar sus heridas sin dejar cicatriz…