
Lo que eres para mí

Dulce doncella de la hacienda mía,
eres belleza que en el campo crece,
eres la orquídea que en mis ojos mece
el perfumado seducir del día.
Eres la luz que mis sentidos guía,
la breve brisa que en el mar perece,
fiebre de amar que el corazón padece,
la tierna mano que el dolor pedía.
Eres la nube en el añil del cielo
en paso errante por la tenue vida,
eres la lágrima del cruel desvelo
en muda voz de una canción perdida.
Eres la boca que selló mi anhelo,
el primer beso que jamás se olvida.
© 2008, Autor y voz: Raúl Castillo Soto
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