Pedí a Dios

Pedí a Dios la fuerza que me diera el triunfo, y fuí hecho débil
para que supiera obedecer con humildad.
Pedí la salud que me permitiera hacer las cosas más grandes, y fuí
hecho enfermo para que hiciera las cosas mejores.
Pedí las riquezas que me dieran dicha, y se me dió pobreza para
que fuera sabio.
Pedí la fuerza que me ganara el elogio de los hombres, y fuí hecho
débil para que sintiera la falta de Dios.
Pedí todas las cosas que me hicieran gozar de la vida, y me fué
dada la vida para que disfrutara de todas las cosas.
Nada recibí de lo que pidiera, si no todo aquello que había
esperado.
Cási a mi pesar, mi oración callada recibió respuesta.
Soy, entre todos los hombres el más abundantemente bendito