¡ Esta es noche de fiesta, quedémonos en casa !
Afuera llueve a cántaros y se ocultó la luna.
Abramos la botella del vino que nos gusta
y encendamos las velas y el incienso enervante.
¡ Quiero que sea tu boca, la copa de mi vino
y el vino de mis labios, quiero que sea tu copa. !
Bailaremos la danza del amor, en tibia desnudez
y mientras la bailamos, ¡ Que nos embriague el vino !
Te extasías al sentir, el roce de mis labios
susurrando en tu oído la canción que bailamos
y tiemblas en mis brazos, como flor en su tallo
y aferrada a mi pecho, te cargo hasta la alcoba.
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La cama está cubierta con pétalos de rosas
y al reposar sobre ellos, percibo su fragancia
y en un tierno retozo, nos impregnan su aroma
y nuestras venas cambian el ritmo de la sangre.
La embriaguez del placer, retuerce tu silueta
y en eróticos ritmos, devanean tus caderas
y como si nadaras en el mar de mi pelvis
me regalas tus ansias, en gritos de placer.
Lloras en desespero, porque llega el cansancio,
ese dulce cansancio, que dan los desvaríos,
en el sublime instante, que me entregas tu miel
¡ Y que yo en mi locura, te regalo la mía!...
© Autor: Entedelmilenio |
