
Contigo yo quiero estar...
Amaneció:
siempre soy testigo de aquello. A lo lejos un hermoso horizonte se
escabulla de las nubes, destellando aquellos rayos lumínicos e
irradiando los rostros al exponer la belleza natural.
Amaneció y con él
vi nacer mis pensamientos: estás en ellos.
Entonces recordé estar
enamorado y pensé que tal hecho era el principal regalo por agradecer:
tú eres mi regalo, mi gloria, mi suerte. Entonces me recubrí de fuerzas
al saberme querido por un corazón que a lo lejos imagina tener la
presencia misma del ser en la cercanía. Que me llevas en tus
pensamientos, de la misma manera estás en los míos.
¿Consecuencias?
Versos que ahora explotan de mi pecho, que salen a bocanadas por mis
suspiros, que me quitan por ratos el aire al saturarme con tu esencia
misma: mis suspiros pueden llevarme a una dulce muerte si se trata de
suspirar por ti.
¿Más consecuencias? Los versos. Siempre tomé en cuenta
que otro digno acto por agradecer, aparte de la vida misma, era la de
ser poeta (o intento de poeta como yo). Es por la inspiración que
canalizo de buena manera esto que por ti siento. Es por las letras que
tú, mi Dios, pones en mi corazón y que mi pluma las escribe para
regalárselas a la musa. Agradecido a Dios y a ti, mi querida fuente
inspiradora, mi bella mujer de grandes sueños y muchos sufrimientos.
Ambos nos emparentamos con aquello, ¿será por eso que me siento unido a
ti más que nunca? Tu historia es la mía. Tu esencia, tu ser, tu
existencia.
Tus versos se enamoran con los míos, mis versos cortejan a
los tuyos. Amor de poesía, amor de dos seres que tratan de romper aquel
tabú que siempre da malos prodigios para el amor de ésta manera.
¿Debiéramos hacer caso? Simplemente... no. Ambos sabemos lo que
sentimos, con eso basta.
Siempre todo proyecto comenzó con un sueño,
ahora nosotros somos ese sueño. ¿Y el proyecto? Por la perseverancia y
el trabajo del día a día pronto lo sabremos.
Nuevamente te regalo
líneas, en verso o en prosa, ¿qué mas da? Agoto todas las maneras
literarias para decirte simplemente...
Contigo yo quiero estar...

© Mayo 2008. Autor: Lágrimas del Sol. (Carlos)
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