Certámen de Cartas para San Valentín de Toda Mujer es Bella.
1º Premio: Dulce María

Carta a un ciber-destinatario

Hola mi querido amor imaginario:

A ti quiero expresarte estas cuantas letras, ¿y por qué no hacerlo hoy 14 de febrero, siendo el día de los enamorados?

Sé que tú eres mi enamorado, aunque yo no soy tu enamorada. Soy yo quien se hace ideas y vive de fantasías con este amor que siento aquí en lo más profundo de mi ser.

Muchas veces me pregunto el porqué te amo tanto si no sé lo que es una mirada tuya hacia mí, y mucho menos una caricia tuya que se anide en mi sentir.

Ahora estoy aquí sentada frente a mi computador, queriendo llenar este vacío que siento aquí en mi corazón. Sólo tus reflejos me hacen soñar, hacen que cada día mi vivir se llene de emociones ¡Cómo me gustaría que fueses realidad! y no esta ilusión salida de mi necia fantasía.

Imagino tu rostro muy cálido y terso, y siento tus manos acariciar mi mejillas. ¡Oh cielos, se siente que subo a las nubes!... ¡Qué deleite maravilloso es que este amor nunca acabe!

Muchas veces me pregunto si será un sueño esto que estoy viviendo, o si será que en los momentos de mi soledad me abruma tu ausencia, esa ausencia que siempre ha estado presente para recordarme que eres un espejismo. Que sólo yo te doy vida con este amor que mi corazón anhela tener, porque a pesar de estar tan lejos de mí, te siento aquí... muy junto a mi corazón. Y si ésto es un sueño no quisiera despertar jamás, porque siento que no volverá a ser lo mismo.

Quisiera vivir de verdad un amor real, tan puro y entregado como el que yo te doy a ti. ¿Dónde estás? Déjame encontrarte amor de espuma, amor de inspiración. Déjame darte éste mi amor verdadero. Dime, ¿dónde te busco?

Quiero encontrarte, poder volar hacia ti, saber que existes en algún lugar del mundo. Por favor, dame la esperanza de encontrarte y sentir tu aroma hoy que es otro día más sin saber de ti. Nunca desmayaré, seguiré esperándote, seguiré buscándote sin cesar en los rincones de mi mundo, este mundo donde sólo puede existir un amor como el que yo te puedo ofrecer.

¡Sí mi amor! Tengo para ofrecerte un amor tan limpio y cristalino como el agua, espero que donde te encuentres leas mis letras, escuches los llamados de mi corazón, y en lo más profundo de tu ser sientas que hay alguien que te busca en todos lados, esperando encontrar un manantial para este amor que sólo vive de ilusiones, hasta el momento en que tú llegues a mi vida y pueda darte todo el amor que ambos nos merecemos.

Ven... amor ven, y calma esta sed de mi alma, no permitas que muera sin conocerte y darte este amor que nació de la nada sin conocerte. No pienses demasiado, no me iré, sólo imagínate si te conociera... ¡Cuán grande sería nuestro amor! y se apagarían mis tormentos.

Abrazo tu sombra mientras mi corazón te espera.

© Febrero 2008, Autor: DULCE MARÍA.
Esta poeta es de nuestra página de mujeres:
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