Bajo un manto de luz llegaste a mi vida,
llenando vacíos, matando tristeza,
cambiando el silencio por rosas y besos.
Sentiste mi piel, le hablaste a mi alma,
le diste ilusión a un ser ya cansado,
manchado del llanto de amarga añoranza.
Te di tan sincero mis noches, mis días,
la hermosa armonía de sueños que nacen,
el ritmo de versos que llevan tu nombre.
Busqué tu sonrisa y hallé un paraíso,
el sueño de ser feliz para siempre
llegaba al momento de verte y hablarte.
Buscamos motivos y fuimos volando,
volando en las alas de amarnos sin fin,
de ser como aquellos que nunca se van.
Bajo un manto de luz perdí tu sonrisa,
tu aroma, tu piel se fue diluyendo,
cambiando lo hermoso de nuestro destino.
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Bajo un manto de luz hoy lloro silente,
te espero en el sitio que juntos buscamos,
el día de ayer cuando nos amamos.
Si piensas en mi regresa te ruego,
no ha sido cobarde quien tanto ha llamado,
cobarde es aquel que olvida lo amado.
Por siempre seremos estrellas brillantes,
la senda que nunca se llena de espinos,
las almas que un día se fueron errantes.
Hoy vivo buscando que pude decirte,
perdóname amor si no fui consciente,
yo a ti te perdono y espero paciente.
Bajo un manto de luz llegaste una tarde,
tocaste mi ser con ansias de besos,
le diste a mi vida, tu vida, tu abrazo.
© Autor: Rubén Dario Pupo |
